A continuación, les comparto la traducción de un episodio del Boletín Económico semanal de Richard D. Wolff en el canal de YouTube Democracy at Work. El título de este episodio es: El récord económico de China y su estrategia. Richard es un economista Marxista estadounidense, profesor en la universidad de Nueva York y graduado de Harvard, Yale y Stanford. Esta es la tercera publicación de estos boletines, el propósito es conocer de la voz de un Marxista experto y reconocido los conceptos del comunismo para después poder hacer una crítica un poco más informada.
Por: Richard D. Wolff
Boletín Económico: El récord económico de China y su estrategia
Este boletín es una secuela al episodio anterior dedicado a la Unión Soviética, que fue el primer intento en la era moderna de construir una sociedad socialista. Hice esto dos programas porque, en muchas conversaciones sobre el capitalismo y el socialismo, se mencionan a la URSS y a la República Popular China como ejemplos y por eso me pareció razonable el dedicarles tiempo para hacer un análisis. Ya lo hicimos con la URSS en el programa pasado y ahora lo haremos con China. Primero hay que aclarar que esto no será un juicio moral para calificar algo como bueno y otra cosa como mala, porque este enfoque imposibilita una conversación inteligente y objetiva sobre las ventajas y desventajas de ambos sistemas, hablando del capitalismo y del socialismo. Tal vez recuerden la gran de obra de Adam Smith llamada The Wealth of Nations publicada en 1776, donde intenta explicar por qué algunas sociedades son ricas y otras son pobres. En ese entonces China era uno de los países más pobres en el mundo, y para el siglo 20 no solo era el país con más habitantes, sino también seguía siendo pobre. La parte capitalista del mundo se había enriquecido en el lapso de un par de siglos, así que China se rezago aún más en comparación. El objetivo principal de China se convirtió entonces en salir de la pobreza. Ahora veamos los resultados hasta ahora: el crecimiento económico de China en los últimos 20 años ha incrementado la producción de bienes y servicios más rápido que cualquier otro país en el mundo. La productividad de la economía China ha crecido en promedio 10-11% anual por los últimos 15 años. Los EE. UU. en comparación no están ni siquiera cerca con un promedio anual del 2% en la última década. Eso explica el por qué escuchamos tanto sobre China últimamente; porque se han convertido en la segunda economía más importante en el mundo. Es por esta razón que el gobierno de China, dominado por el partido comunista, no planea cambiar la forma en que organiza su economía en el futuro cercano. Vamos a ver ahora otra estadística que se usa comúnmente para comparar las economías de los países y su nivel de desarrollo, se le llama “el sueldo real”, y esto es lo que significa: cuánto pueden comprar las personas con el sueldo promedio que perciben. Para entenderlo necesitamos ver primero cuánto dinero ganan las personas por hora, y después, cuáles son los precios de las cosas que compran con esos sueldos. Por ejemplo, si tu sueldo se incrementa en un 10 por ciento, pero también las cosas que compras suben un 10 por ciento, entonces tu situación económica no mejoró, aun con tu aumento de sueldo. Cuando se ajustan los sueldos de los trabajadores de acuerdo con los precios de los bienes y servicios que necesitan comprar con esos sueldos, tenemos lo que se llama el “sueldo promedio real”. Comparemos ahora los últimos 20 años del sueldo promedio real en los EE. U. con el de China. En los EE. UU. los sueldos se han estancado, no se han movido del todo. En 1973 el trabajador estadounidense promedio podía comprar más cosas con su salario que en el año 2018. El salario real es menor a lo que era en ese entonces. No por mucho, pero esto quiere decir que en los últimos 40 a 45 años, los trabajadores estadounidenses han trabajado más que nunca y han aumentado su productividad, sin embargo, su salario promedio real no se ha incrementado. Ahora veamos el lado chino.
En los últimos 20 a 25 años, el salario promedio real en China se ha cuadruplicado. La canasta de bienes y servicios que el trabajador promedio en China puede adquirir por una hora promedio de trabajo es cuatro veces más grande ahora que hace 25 años.
Los salarios de los chinos siguen por debajo de los trabajadores en EE. UU. porque todavía siguen siendo un país pobre cuando se divide el total de su economía entre la cantidad enorme de personas que viven en ese país. Pero si deseas saber porque la gente de China apoya su gobierno, aquí esta una pista: los salarios reales se cuadruplicaron en los últimos 25 años en una sociedad dirigida por un gobierno donde domina el partido comunista como fuerza política.
Permítanme hacer una pausa aquí. Este boletín no se trata sobre si a alguien le agradan las cifras económicas de China o no; si alguien es crítico, o es admirador de la sociedad China. Hay cosas que yo admiro de China y hay otras muchas que no admiro, intento ser un observador imparcial. Así que cuando comparo el desempeño económico de su sistema socialista, no hay duda de que ha funcionado bien en términos de crecimiento de la productividad económica a través de las décadas. Ahora bien ¿Es China un ejemplo de equidad social? No. Existe mucha desigualdad. En ese aspecto tiene algo en común con los EE. UU. un alto nivel de desigualdad que de hecho está empeorando. Pero pasemos ahora a discutir el cómo se alcanzaron esos logros económicos en China.
¿Cómo organiza China su economía, y particularmente, en qué forma difiere con los EE. UU. o con Europa Occidental? Es importante entender que la economía China, por mucho tiempo ya, ha sido una mezcla de empresas privadas y empresas estatales. Durante los últimos 25 años el papel del sector privado se ha incrementado en relación con el sector estatal, aunque hay que resaltar que el gobierno mantiene el dominio sobre el sistema entero, y también planea mantener a las industrias más importantes siempre dentro del sector estatal.
Es importante entender que el tipo de socialismo chino es, en sí mismo, un proceso de aprendizaje que intenta incorporar las lecciones aprendidas en la URSS. Por esa razón los chinos han tomado un enfoque diferente al de la Unión Soviética. Desde finales del siglo pasado y principios de este, decidieron enganchar su progreso económico con el mercado mundial, al convertirse en productor de bienes y servicios y ponerlos a la venta alrededor del mundo. Para lograrlo crearon sus propias industrias que hacen lo mismo que las industrias en otras partes del mundo, pero a un menor precio, o con mejor calidad, o ambas cosas. Por eso se pueden encontrar automóviles, electrodomésticos, ropa, y de todo lo demás hecho en China. Los rusos no pudieron hacer lo mismo, la inversión capitalista nunca llegó a la URSS, a diferencia con China donde ha habido un flujo de capital de inversión enorme. Los chinos hicieron un trato con los capitalistas occidentales donde los inversionistas proveen la tecnología y el capital, y a cambio los chinos ofrecen mano de obra barata, disciplinada y eficiente, y además se comprometieron a construir la infraestructura que fuera necesaria para producir en China a un costo mucho menor comparado con los EE. UU., Europa Occidental o Japón. China dio acceso a lo inversionistas a sus trabajadores y a su enorme mercado local para vender los productos, pero requirieron acceso a la tecnología y al capital. Los capitalistas aceptaron el trato, no les importó en lo más mínimo que esto significaba cerrar fábricas en sus propios países porque a cambio verían mayores ganancias. Cerraron industrias y abandonaron comunidades enteras. Esta destrucción de la clase trabajadora en Occidente vino acompañada de un auge en la clase trabajadora en China, lo que explica en gran parte, las cifras expuestas al inicio de este boletín sobre el incremento del salario promedio real en China. La última parte de este boletín será para compartir un poco de contexto histórico. China es una civilización antigua y homogénea. Las personas que pertenecen al grupo étnico denominado Han, conforman el grupo dominante en la población. Las demás etnias son pequeñas y están esparcidas por todo el territorio. Los chinos son una sociedad orgullosa con una larga historia como una civilización altamente desarrollada, la cual en varias ocasiones a lo largo de un par de milenios se ha visto incluso más desarrollada que las civilizaciones de occidente. Así que para ellos es algo humillante el haber caído bajo el control de colonizadores de Gran Bretaña, Francia, Alemania y los EE. UU. en los siglos 17, 18 y 19. Esta parte de su historia culminó en un momento terrible de rebelión llamado The Boxer Rebellion a finales del siglo 19, cuando un esfuerzo infructuoso de las autoridades chinas de contraatacar a los imperialistas occidentales fue derrotado. Sin embargo, China nunca fue convertida en una colonia, y están muy orgullosos de eso. Pero tuvieron que ceder Hong Kong y otras partes de su país a los imperios que los controlaban. La población china se comprometió a buscar su propio camino, dirigidos por Sun Yat-sen a principios del siglo 20. Y cuando eso no fue suficiente, y encima se agregó la humillación de la invasión japonesa en la década de los 1930, se dio una revolución de una naturaleza mucho más profunda en China. Y tuvieron éxito. Al principio fue una alianza entre los nacionalistas, que querían construir una China capitalista, y los comunistas, que querían una China socialista. En esa ocasión trabajaron juntos para sacar a los japoneses, y para 1945 lo lograron. Tan pronto como la segunda guerra mundial concluyó, la alianza entre los nacionalistas capitalistas liderados por Chiang Kai-shek, y los comunistas dirigidos por Mao Zedong, desembocó en una guerra civil que duró desde 1945 hasta 1949. El ejército rojo de los comunistas logró la victoria y los nacionalistas huyeron a Taiwán donde sus descendientes todavía viven y se imaginan que ellos, en esa pequeña isla, son China, y que la inmensa cantidad de gente que vive en la China continental, son otro país diferente. Ya casi nadie en el mundo comparte esta ilusión. De 1949 a la fecha, son 70 años, históricamente no es un lapso grande de tiempo, en ese lapso China pasó de ser un país pobre, diezmado, colonizado, a ser la segunda economía más grande del mundo. El ignorar o no entender ese logro increíble, lo que significa haber sacado a casi 500 millones de personas de la pobreza extrema, es el negarse la oportunidad de estudiar una solución potencial para la pobreza en otras partes del mundo. Desafortunadamente, en los medios de comunicación principales de los EE. UU. y en otras partes del mundo occidental, no se reporta nada de esta información, porque se evade el tema. Esto solo ayuda al tipo de personas que están al mando y se benefician de los sistemas económicos occidentales y que temen el modelo chino y lo que puede ofrecer. Por esta razón, el objetivo de este boletín es dar difusión al tipo de información que puede usarse como la base para hacer del mundo un lugar mejor.
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